José Clemente Orozco nació un año antes del inicio del último periodo presidencial de Porfirio Díaz (1884-1911), y murió a mediados de la presidencia de Miguel Alemán (1946-1952).

Con varios de los gobiernos que se sucedieron en esas décadas tuvo relaciones profesionales, manteniendo siempre una total independencia en lo político, lo ideológico, lo estético y lo temático.
Tal propensión surgió desde su adolescencia y se consolidó en la primera juventud, cuando estudió en la Escuela Normal, en la Nacional de Agricultura y Veterinaria, en la Nacional de Bellas Artes y en la Nacional Preparatoria, abrigando durante todo este tiempo el deseo de entregarse de lleno al cultivo de las artes plásticas.

La muerte de su padre Ireneo Orozco en 1903 y un accidente sufrido en 1904 marcaron la necesidad de ganarse la vida. El accidente fue una explosión de pólvora cuando intentaba realizar un experimento.

Dos heridas mal atendidas en la mano izquierda provocaron gangrena y la consiguiente amputación de la extremidad hasta la muñeca. No hay constancias frecuentes por esta discapacidad, fuera de unas cartas muy dramáticas a su esposa, recogidas en Cartas a Margarita (Ediciones Era, 1987).  La del 18 de octubre de 1930, enviada desde Nueva York, decía:

Aparte del trabajo y de las carreras he tenido que escribir durante la semana más de 25 cartas importantes a gentes de todas partes, esto de escribir cartas es para mí un verdadero problema y suplicio, pero no hay remedio. No he tenido ni tendré descanso alguno, pues el día primero de noviembre próximo, es decir, dentro de 10 días, tengo que ponerme otra vez a pintar paredes y como quieren que esté terminado eso el 1º de enero, tengo que trabajar terriblemente aprisa para cubrir diario, sin descanso, ¡2 m² de fresco! ¡Y todo, absolutamente todo, con una sola mano!
..............................................................................Raquel Tibol